La nieve y el temporal de
frío no detiene a los millones de chinos que en estas fechas se trasladan a sus
lugares de origen para celebrar la llegada del año del mono, que comenzará el
próximo 8 de febrero. Se espera que los chinos realicen 2.900 millones de
desplazamientos en el periodo de 40 días entre el 21 de enero y el 3 de marzo. Pese a la mejora de las infraestructuras de
transportes del país, la venta de billetes por internet y el descenso de
migrantes económicos que se trasladan a las ciudades para trabajar, moverse
durante estas fechas es una locura.
Muchos de los viajes de los chinos duran casi dos días. Las estaciones de tren y autobuses se
convierten en ratoneras en las que se encuentran los emigrantes que trabajan en
las grandes ciudades y regresan a sus pueblos, los estudiantes y también los
turistas. Estos últimos prefieren viajar en avión a otras zonas turísticas del
país o incluso al extranjero a otros países del sudeste asiático. El país vibra
y la paciencia es la mejor compañera de viaje.
En tres días arranca el año
del mono. El mono es un animal que no
para quieto, que se mueve, que sube y que baja. Es un animal vivaz e
inteligente que no tiene zona de confort y que se adapta a cualquier situación.
Por lo que se espera un buen año para los que sepan adaptarse a los cambios.
Os dejo un vídeo que grabé en Pekín hace seis años
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